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Módulo 4: Museografía de las artes visuales

Facilitado por Santiago Llanos

Objetivos del módulo

Comprender los fundamentos de la museografía y el diseño de exposiciones: establecer una visión de la museografía como herramienta de comunicación clave en espacios culturales como museos y galerías.

Diferenciar museografía y museología: aclarar conceptos básicos, con un énfasis en sus interrelaciones y cómo contribuyen a la creación de exposiciones.

Desarrollar habilidades en la coordinación de proyectos museográficos: proveer herramientas prácticas para abordar proyectos museográficos en contextos diversos.

Explorar la museografía como proceso de mediación: examinar cómo la museografía actúa como puente entre instituciones, comunidades y el equipo de trabajo.

Familiarizarse con el proceso de diseño de exposiciones y metodologías participativas: analizar estrategias para establecer lineamientos en proyectos participativos y asegurar una comunicación clara y efectiva.

Adquirir habilidades prácticas para la gestión de proyectos museográficos: Enfocarse en destrezas aplicadas para el diseño, desarrollo y ejecución de exposiciones.

Santiago Llanos introduce las definiciones de museografía y museología, explicando cómo estas dos áreas se diferencian. La museografía se centra en la representación o la narrativa de los elementos expuestos, mientras que la museología aborda la conceptualización y el pensamiento detrás de la exposición.

Se menciona cómo en América Latina, la museología se enfrenta a desafíos específicos debido a la falta de museos en algunas regiones, lo que lleva a que las exposiciones se adapten al contexto local sin depender exclusivamente de espacios formales.

La Exposición como medio de comunicación

Santiago Llanos define la exposición como un medio de comunicación que va más allá de la presentación de objetos. La exposición debe contar una narrativa cohesiva y significativa.

Sugiere que una exposición verdadera involucra un ejercicio investigativo y narrativo, a diferencia de una muestra que se limita a la exhibición de objetos sin un propósito comunicativo profundo.

La activación como complemento de la exposición: se discute que una exposición no debe ser vista como el objetivo final, sino como un motivo para reunir al público y fomentar la discusión. Llanos recalca que la activación cultural, mediante eventos como proyecciones y charlas, es clave para dar vida a la exposición.

Se presenta el ejemplo del colectivo “Obama Tumba” que realiza intervenciones artísticas en espacios próximos a ser demolidos. Esta iniciativa se destaca por su enfoque en la activación informal mediante reuniones y fiestas, creando un ambiente donde el arte se combina con la interacción social y la creatividad.

En esta sesión también se menciona la exposición como texto y mensaje visual, donde el montaje funciona como un lenguaje que comunica mensajes específicos a través de recursos museográficos.

Museografía como música

Santiago usa la analogía entre la museografía y la música para enfatizar la importancia de la composición y el equilibrio en la presentación de una exposición. Expone cómo, al igual que en una pieza musical, donde el ritmo y el silencio trabajan en conjunto, en una exposición museográfica, los elementos dispuestos en el espacio deben respetar los momentos de vacío o descanso visual para no saturar al espectador. La metáfora continúa al comparar una exhibición con una canción, destacando que necesita variaciones rítmicas, como en una fiesta donde se alternan momentos intensos con pausas, para mantener el interés y permitir que el visitante absorba la información de manera significativa.

Por otra parte, se explican los “mínimos museográficos” necesarios para una exposición efectiva, comenzando con la importancia de comunicar claramente la información esencial (dimensión informativa) y despertar emociones o sensaciones (dimensión sensible) en los visitantes. Pone como ejemplo una exposición sobre el cuerpo diplomático colombiano, destacando que, al contar historias con emoción y orgullo, se fomenta una conexión más memorable con la audiencia.

Luego se introducen las dimensiones de acceso y protección en la museografía. En este punto, relata una experiencia de curaduría colectiva con la comunidad Huitoto, quienes manifestaron su desacuerdo con la práctica de desenterrar objetos sagrados por su impacto espiritual. Para ellos, la museografía y la arqueología a veces transgreden el equilibrio espiritual de sus territorios, trayendo consigo efectos negativos como enfermedades o conflictos. Este ejemplo ilustra la necesidad de respetar y dialogar con las sensibilidades y tradiciones de las comunidades involucradas, reconociendo la complejidad y las tensiones que puede suscitar el manejo de objetos sagrados en el ámbito museográfico.

Estudios de caso

Con los estudios de caso, Santiago relata aciertos, desafíos técnicos, logísticos y emocionales que implican estos trabajos. Su relato aborda, en primer lugar, la complejidad de trabajar en comunidades afectadas por la violencia, como en el caso del Playón de Orozco, donde organizó una exposición conmemorativa para víctimas de una masacre, enfrentándose a limitaciones tanto físicas como emocionales.

Se enfatiza en la importancia de seleccionar cuidadosamente los espacios para estas exposiciones. En el caso del Playón de Orozco, la elección de la iglesia como lugar de la reunión generó un fuerte impacto emocional en los asistentes, ya que muchos de ellos revivieron el trauma de la masacre que ocurrió en ese mismo lugar. Esto se tradujo en una crítica por parte de la comunidad y un aprendizaje importante sobre cómo la sensibilidad y el contexto son esenciales para respetar y apoyar el proceso de sanación de los sobrevivientes. Este episodio subrayó la necesidad de una planificación detallada que considere los impactos emocionales en las comunidades.

El siguiente estudio de caso se desarrolló en Nariño bajo el nombre Esmeraldas. Santiago narra cómo el proceso de reconstrucción de una iglesia, afectada por enfrentamientos, fue realizado colectivamente por la comunidad, quienes deseaban que la exposición se presentara en este espacio. A pesar de las dificultades, como el piso de la iglesia inundado, la exposición revitalizó el ánimo de la comunidad y se convirtió en un símbolo de perseverancia y colaboración. Además, la coincidencia con el lanzamiento de un documental sobre la comunidad fortaleció el interés y la participación en el evento, lo que resaltó la importancia de coordinar múltiples actividades de memoria en torno a un mismo hito para consolidar el impacto.

La exposición en el Consejo Comunitario de los Cardonales en Valledupar también muestra la relevancia de asegurar que el montaje sea accesible y adaptable a condiciones imprevistas, como la falta de infraestructura adecuada. A lo largo de sus relatos, Llanos recalca que estos proyectos requieren flexibilidad, respeto y una comunicación efectiva con la comunidad para lograr un balance entre los objetivos de la exposición y la realidad del contexto local.

La exposición en el Consejo Comunitario de los Cardonales en Valledupar también muestra la relevancia de asegurar que el montaje sea accesible y adaptable a condiciones imprevistas, como la falta de infraestructura adecuada. A lo largo de sus relatos, Santiago recalca que estos proyectos requieren flexibilidad, respeto y una comunicación efectiva con la comunidad para lograr un balance entre los objetivos de la exposición y la realidad del contexto local.

El proyecto museográfico y colaborativo involucró a la comunidad IQ y la representación cultural de su lenguaje y preceptos a través de una exposición artística.

Durante la sesión, se discutió cómo la exposición Tanuzanamu, a partir de una situación de alta presión debido a un ciberataque que afectó al Ministerio de Cultura, tuvo que comprimirse a un mes en lugar de tres. Esto implicó una residencia artística de solo dos semanas, durante la cual el equipo del museo y la comunidad Iku (huitoto), de la Sierra Nevada de Santa Marta colaboraron estrechamente, fortaleciendo la comprensión cultural y espiritual de las piezas exhibidas. Este proceso intensivo, en el que participaron alrededor de 40 personas, logró superar obstáculos logísticos gracias al compromiso colectivo y una metodología de bajo presupuesto, con materiales como una lona costeña y pinturas acrílicas que añadieron un valor estético especial a la exposición.

A partir del estudio de casos, se mencionan los desafíos de trabajar con públicos y la importancia de adaptar el museo a las perspectivas de las comunidades, considerando el valor cultural más allá del fetichismo de los objetos. También se señala la complejidad de organizar eventos culturales en meses como noviembre, cuando la oferta es muy alta y puede afectar la asistencia, resaltando la necesidad de una coordinación entre agentes culturales.

¿CÓMO LLEVAR A CABO UN PROYECTO MUSEOGRÁFICO?

CINCO PASOS PARA DISMINUIR LOS RIESGOS EXISTENTES

Para llevar a cabo un proyecto museográfico, es esencial seguir un proceso que considere los elementos clave: los contenidos, el guion narrativo y el espacio. Estos pasos ayudan a minimizar riesgos y asegurar que la exposición cumpla sus objetivos de manera efectiva. A continuación se detallan los pasos principales y las consideraciones para reducir riesgos en el desarrollo de un proyecto museográfico:

  1. Definir los contenidos: cada exposición requiere una selección clara de objetos, textos, audios, videos, o materiales didácticos. Es importante que estos contenidos estén bien documentados y caracterizados (nombre, autor, técnica, año, descripción).

Del mismo modo, en un contexto educativo o informativo, las fichas técnicas (nombre, autor, técnica, año) ayudan al público a entender el significado de cada pieza.

  1. Desarrollar un guion narrativo:  crear el hilo narrativo, ordenar los contenidos en un guion que cuente una historia o refleje una intención clara. Este guion debe facilitar la comprensión del público y establecer las secciones o subguiones de la exposición.

También es importante elaborar subguiones y especificaciones, puesto que algunas piezas pueden necesitar descripciones adicionales o infografías (por ejemplo, un mapa o frases clave de un periodo histórico) que orienten al visitante. El subguion ayuda a definir qué piezas y elementos complementarios incluir.

  1. Adecuar el espacio de exposición: evaluar las condiciones del espacio, las dimensiones y características del espacio influirán en el diseño. Es necesario tener en cuenta las limitaciones físicas y técnicas, como la capacidad de carga eléctrica, el flujo de personas, la iluminación y la accesibilidad.

Del mismo modo, también es importante asegurar la infraestructura técnica, evaluar si se requiere tecnología avanzada (pantallas, luces especiales), es esencial garantizar que el espacio cuente con la capacidad eléctrica y los requerimientos de seguridad para evitar sobrecargas.

  1. Desarrollo de diseño museográfico: es importante distribuir los elementos, por ejemplo con ayuda de herramientas como Artsteps.com, se pueden hacer simulaciones del diseño de exposición, creando muros, colocando puertas, y disponiendo imágenes y objetos para visualizarlos en el espacio antes de la instalación.
  1. Montaje y pruebas finales:  realizar simulaciones o pruebas a escala en el lugar de exposición para verificar que todo el equipo y las piezas se comporten como se espera.

Verificar la seguridad, inspeccionando, por ejemplo, los componentes eléctricos para reducir el riesgo de cortocircuitos o fallas técnicas.

FASES DEL PROCESO MUSEOGRÁFICO

Santiago presenta nueve pasos para el desarrollo del proceso museográfico, cubriendo desde los insumos iniciales hasta la apertura de la exposición. Lo que se plantea es un flujo muy detallado, lo cual permite asegurarse de que cada paso esté bien definido y que los responsables tengan claras sus funciones.

Algunos puntos clave del proceso incluyen:

Recepción de insumos y conceptualización: marcan el punto de partida. La conceptualización guía el diseño, estableciendo una narrativa clara y un enfoque visual y experiencial que alinea todos los elementos del proyecto.

Diseño y planificación del espacio: este es uno de los pasos más críticos y complejos. Santiago menciona varias fases dentro del diseño, como la adecuación física, los requerimientos de las piezas, y el diseño de mobiliario y soportes, entre otros. Aquí se hace una integración de múltiples perspectivas (curaduría, conservación, diseño), asegurando que cada obra o pieza se presente en condiciones óptimas tanto a nivel de conservación como de presentación estética.

Producción de elementos y seguimiento: una vez definidas las especificaciones detalladas, se procede a la producción de los distintos elementos. La importancia de realizar un seguimiento detallado con los proveedores es esencial para evitar problemas de interpretación y asegurar que el resultado final cumpla con las expectativas. Santiago menciona ejemplos como el grosor de la madera y pruebas de color, destacando la importancia de controlar hasta los mínimos detalles para lograr el acabado deseado.

Montaje y apertura: El montaje requiere de un plan exhaustivo para la disposición de cada elemento en el espacio. El proceso culmina en la apertura de la exposición, que no solo implica tener todo físicamente en su lugar, sino también prever la experiencia del público y la logística del evento de apertura.

Diseñar un espacio virtual

Santiago Llanos explica cómo utilizar la plataforma ArtSteps.com para diseñar un espacio virtual y organizar una exposición de manera detallada. Describe los pasos para crear un entorno personalizado:

Diseño del Espacio: comienza con la construcción del espacio, agregando paredes, puertas y configurando el tamaño del espacio, tomando en cuenta que las paredes son bastante altas (aproximadamente 5 metros). Esto permite crear diferentes configuraciones de exhibición.

Personalización: una vez construidas las paredes, se puede personalizar el espacio con colores y texturas. Esta opción ayuda a diferenciar áreas o crear ambientes específicos dentro de la exposición.

Displays y subida de imágenes: la plataforma permite incluir diferentes tipos de displays o expositores, como vitrinas y pantallas. Al subir las imágenes, se pueden ajustar dimensiones en metros y añadir detalles como el título y, opcionalmente, una descripción. También hay opción de marcos para cada imagen, lo cual permite mayor personalización.

Uso de materiales y preparación de obras: se sugiere usar entre cinco y diez obras, describiendo para cada una los materiales y especificaciones necesarios, como tipo de papel o grosor de marcos. La intención es que cada pieza cuente con instrucciones claras de cómo se deben producir e instalar los elementos físicos si fuera necesario.

Lista de objetos: Santiago muestra un ejemplo de tabla para listar cada objeto en exhibición, detallando dimensiones, materiales, y observaciones. Esta tabla permite planificar el montaje y hacer un seguimiento claro de cada pieza.

Santiago presentó pautas técnicas y recomendaciones prácticas para que los participantes organicen sus exposiciones virtuales. La estructura inicial, como él explicó, incluye llenar una hoja de Excel con detalles clave sobre cada obra, como nombre, dimensiones y necesidades de enmarcado. Esto ayuda a gestionar el proceso de montaje, ya que, según el tipo de obra, puede requerirse solo la enmarcación en lugar de impresión y enmarcado.

En términos de diseño, Santiago subrayó la importancia de mantener una altura promedio de visualización de 1.40 metros, alineada con el promedio visual en Colombia, y explicó que colocar textos a más de 2 metros o menos de 70 centímetros puede dificultar la lectura. Además, sugirió usar tipografías jerárquicas: textos de introducción en tamaños grandes (80-100 puntos), seguidos de textos secundarios, y “tripas” de fichas técnicas en un tamaño más reducido.

Para mejorar la legibilidad, recomendó limitar la longitud de línea a 10 palabras y evitar el texto justificado, ya que crea vacíos que interrumpen la lectura. Explicó que el contraste entre el fondo y el texto también es fundamental para la accesibilidad, y presentó la herramienta WebAIM para evaluar el contraste entre colores.

Santiago introdujo el concepto de retículas, útil para la organización visual y el montaje. Finalmente, sugirió alineaciones, siendo la central la más recomendada, y la inferior menos común pero útil si el piso tiene elementos visuales fuertes. Tras estos consejos, los participantes podían comenzar su ejercicio práctico de crear su exposición virtual.

Ejercicio práctico

Las personas participantes, realizaron un ejercicio de montaje virtual con base en los pasos propuestos por Santiago y con este, se cerró el módulo 4 del laboratorio.

Archivo de necesidades de requerimientos para montar exposición

https://docs.google.com/spreadsheets/d/1IDuINWSoXHI-MF8odVcOoJGVX6vBWMNX15daYoHOX_A/edit?usp=sharing

Material y bibliografía complementaria

https://classroom.google.com/c/NzE5MTU3NjUxOTcy/m/NzI2NTE1Njg4MTk4/details

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