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De Caperucitas a Políticos

Había una vez, en un bosque no muy distante de Pereira, (en una época electoral que sufrió el país) un gran auge de caperucitas contemporáneas deambulando por las calles; algunas recogiendo firmas y otras recorriendo la ciudad en busca de abuelas, lobos, leñadores y demás animales que deseen hacer parte de su ‘colectivo social’, encaminados a disfrazar la política y buscar las mejores acciones asistencialistas para ser representadas a través de fotos y vídeos que posibiliten más seguidores virtuales.

Este tipo de caperucitas son de fácil reconocimiento, pues no visten batas rojas como en el cuento de hadas, pero su ‘amor’ por los animales, el bosque y la comunidad es tan similar que parece una copia exacta de los relatos de los hermanos Grimm listos para reclutar seres tolerantes a la frustración, que trabajen bajo presión y realicen con disposición todo tipo de actividades sin espera de remuneraciones, solo un agradecimiento entredientes o una falsa pero tierna promesa a futuro cercano.

Sus discursos idealistas cada vez adquieren más peso que el tamal o las tejas a las que nos han acostumbrado, pues pintan un castillo de cristal, engordan a través de mercados prometidos y ofrecen soluciones inmediatas a las problemáticas con más protagonismo mediático. De esta forma, sus ganas de poder consigue que tanto leñadores como animales sean multiplicadores de falsas esperanzas, promesas que no son suyas, futuros prestados y ofertas de terceros con ínfulas de dictadores que se las ingenian para encerrarlos en una jaula política con barreras invisibles, cobijados por una pseudo institucionalidad que los hace sentir parte de un grupo y que alimenta a partir de discursos clichés de cambio e innovación, manteniéndolos como fieles borregos en su castillo de chocolate para aumentarles cada vez más la carga, las responsabilidades e inversión de tiempo y dinero si es posible.

Aún así, abuelas y leñadores con espíritu utópico y optimista se quedan, pero aquella caperuza de buenas obras, que habla por los animales, regala mercados, construye casas de chocolate y sonríe más que reina de belleza, en cualquier momento cambia el final del cuento y saca las garras para apropiarse de sus gestiones y salir nuevamente a la cacería mientras canta y baila con los buitres.

Magister en Comunicación Educativa focalizado en objetos de estudio de las TIC, que aplica su conocimiento en la gestión, diseño y evaluación de Proyectos Educativos.

stwar.gomez@gmail.com

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