¿Quién dijo que ser artista es solo crear obra y exponer? El arte es transversal al ser humano y está presente en muchos momentos de la vida. Desde niños nos estamos cuestionando, reflexionando, inventando y reinventando, así suene ya muy cliché. Somos seres creativos y el arte nos llama al ingenio. Crear por un sinfín de razones, desde lo más íntimo y catártico, hasta lo más social y cooperante, hasta aquello sinsentido, solo por el hecho de crear y hacer algo, lo impulsivo, lo efímero, lo absurdo.
Una artista quindiana, que crece en medio de las montañas de este pequeño departamento, ha encontrado razones para que su corazón y su talento se mantengan latiendo tan fuerte que puede soñar grandes proyectos que tienen como base las acciones creativas como un instrumento de transformación social. Daniela Hoyos se reconoce como artista formada, comunicadora por naturaleza y apasionada por encontrar maneras de habitar y estar juntos, de una forma más armónica.
[su_quote]Mi propósito, también compartido por el mismo Luis Camnitzer, es: “Lo que importa es cómo mejoramos la montaña, siendo un grano de arena” [/su_quote]
Encontró en los lenguajes y en las narrativas digitales la capacidad de democratizar la información, como lo dice el filósofo Michel Serres, en los que ha logrado comprender el potencial de la comunidad virtual para que compartir el conocimiento. Mientras estudiaba su pregrado, se enfocó en el campo digital, exploró profundamente el video, la fotografía y la discusión filosófica en torno al Internet, la virtualidad y los social media. Su capacidad para investigar, proponer y aterrizar las ideas desde la pertinencia y el contexto social, le llevaron a crear un perfil de artista creadora, pero que es más gestora de proyectos que promueven la creatividad y motivan a la comunidad a pensar en el entorno que habita.
Educar, hacer arte, reflexionar, crear y dialogar
La curiosidad constante y la pasión han hecho que Daniela busque de manera constante, nuevas formas de hacer lo que le gusta, conectando con personas, generando redes y apostándole a proyectos que desde la multidisciplinariedad permitan abordar temas políticos, científicos y medioambientales, en los que las acciones creativas sean detonantes de los procesos.
Los imaginarios colectivos han llevado a los artistas a escenarios cliché como la creación y la circulación en instituciones como museos, y algunos han encontrado un modelo de ingresos económicos en la posibilidad de vender sus obras; pero es necesario que se vean otras opciones de hacer digno el oficio del artista, y explorar otros roles posibles como lo ha hecho Daniela que hoy desarrolla diferentes proyectos desde Armenia, Quindío, su ciudad natal. En su interés por buscar información, llega a textos sobre emprendimientos con propósito, emprendimiento social y economía circular, donde encuentra modelos, casos exitosos y algunas ideas que la inspiran a la creación de sus proyectos: @quindioinspira @mamasporanticipado @topetazolab. Todos ellos son la consolidación de sus aprendizajes en los que ha dejado que las lógicas de las narrativas digitales, la creación de contenidos digitales, la formación, desde el compartir experiencias, desarrollar habilidades y crear en conjunto para que el crecimiento en comunidad sea verdadero.
Para Daniela son muy importantes los proyectos que plantean valores y la esencia del artista que los gesta. Igual sucede con la retroalimentación constante, una mirada crítica y próxima desde lo que realmente se necesita en el contexto, para ser más dinámicos y adaptarse a lo que se necesita de manera genuina y no forzada. También recomienda a los artistas generar espacios sociales, de interacción, donde se refuercen las relaciones para crear alianzas estratégicas y hacer uso de los espacios, físicos o virtuales para tener más exposición.
Crea tu proyecto de vida. De ahí pa’lante puedes crear lo que quieras
Compartir tu mirada con el mundo, compartir esa historia particular que nadie más en el mundo tiene y que te permite ver, pensar, hablar y transmitir cómo te sientes.
El arte permite cuestionarse, a veces divagar, y en un abanico inmenso de posibilidades, elegir un camino que no es fácil. Por esto Daniela nos habla de crear un proyecto de vida, algo que nos mueva y apasione y nos conduzca a la concreción de nuestros objetivos. Y si se presentan momentos difíciles, la pasión va a permitir que se mantenga a flote el proyecto.
Daniela es artista visual en su formación, tiene habilidades y talentos que le permiten una sensibilidad estética y un interés por construir territorio. Una comunicadora por vocación que busca maneras diferentes de contar las experiencias propias y de otros para que sean conocidas, inspiren y motiven a los demás. Y es una formadora innata. Sabe que acompañar a otros por medio de la experimentación y la validación de talentos, es un camino para construir sociedad y enlazar propuestas para que haya un trabajo conjunto por el territorio. Más de ocho años impartiendo conocimiento en poblaciones vulnerables, le han llevado a consolidar proyectos que le hacen vibrar el corazón y sus ojos brillan al hablar de ellos. Seguro mañana esta artista seguirá cumpliendo su propósito.
