“Mejor que romper un record es establecerlo”, afirma Julián Castillo, quien ha dibujado en Roldanillo Valle el mural más grande del mundo hecho a lápiz, que podría entrar a los Guinness Records
Cortesía Miguel Pomo
El muralismo ha sido reconocido como una gran influencia del arte contemporáneo ya que sus características han motivado a diferentes artistas a crear. Ésta vez le correspondió el turno a Julián Castillo, un joven valluno de 24 años que se dedica a contar y a crear su historia a través de los muros.
Su relación con las artes inició desde muy niño, se proporcionaba así mismo las mejores experiencias si se trataba de tener un lápiz en las manos. Su formación artística lo motivó a sacar adelante el muralismo colombiano, buscando respeto y aceptación para generar una transformación social.
“El bosquejo de un mural no se hace a lápiz” fueron las palabras que recibió tras hacerle una pregunta a uno de los artistas que él considera como un ícono de este movimiento. Fue esto suficiente para que se trazara un reto e iniciara a dibujar un mural a lápiz.
El 30 de diciembre del 2016 tomó un lápiz, se cargó de valentía e inició a trabajar en su obra “Realidad absoluta” en el municipio de Roldanillo ubicado al Norte del Valle. Rompió el paradigma y eligió el muro más grande que pudo encontrar en la tierra del alma, 13. 30 metros de ancho por 6.20 de alto. Su herramienta principal, el grafito, tiene más que un valor simbólico para Castillo, porque fortalece la idea de que con algo pequeño, como un lápiz, se pueden hacer cosas gigantes.
Recolectó más de 1.000 lápices, e inició junto al Cartel de la pinta a dejar un legado no solo a Colombia, sino al mundo. Los individuos que conforman el Cartel, están llenos de magia. “Llegar allá es caminar por una alfombra roja” dice Julián. Tienen un género sonoro que ha acompañado día y noche la creatividad y el esfuerzo de estos jóvenes, los clásicos del rock and roll los recargan de fuerza y energía.
Inmortalizaron con “Realidad absoluta” el papel que tienen las personas en el mundo, simbolizaron el valor de la perspectiva con la posición de los individuos, solo basta ponerse en los zapatos de los otros para entender el mundo.
La pasión por el arte se desborda de las manos de Julián, no existe límite para crear ni proyectarse, todo es posible si como base simbólica está el amor y la dedicación, porque fue de esta manera que Julián estableció un record; el mural más grande del mundo hecho a lápiz.
Cortesía Juan Diego Valencia
Cortesía Juan Diego Valencia.
