Camilo del Mar nació en Santa Marta, de allí que su segundo nombre sea del Mar por capricho de su madre quien se aferraba a la idea de que el mar debía habitar en el alma de su hijo. Su segundo nombre se ha convertido en el sello y marca personal de este artista visual, que hoy suma una trayectoria de 25 años en la ciudad de Pereira.
Ha dejado plasmada su huella de artista en la restauración del mural tipo mosaico El campesino y la seguridad social del maestro Rodrigo Arenas Betancourt, que se vio afectado por el terremoto de 1999. Además, ha liderado en compañía de otros artistas, iniciativas como “La cuenca”, un espacio de encuentro e intercambio de experiencias, que bajo la figura de residencias artísticas les permitió a creadores de Colombia, Argentina, Ecuador, Italia, España y País Vasco, en 2015 y 2016 vincular su arte a las dinámicas del corregimiento La Florida, de la ciudad de Pereira. Su talento ha llegado también a escenarios deportivos, Los colosos obra comisionada y especialmente diseñada para el ATP Dove men care, certamen de tenis que se desarrolló en La Perla del Otún en 2022.
A pulso
Camilo es un hombre inquieto y curioso por la teoría del big-bang, el alucinante mundo de la astronomía, la ciencia y la tecnología, intereses que le han permitido conectar con el Museo interactivo de ciencia y tecnología Maloka y posteriormente con la Nasa, para hallar nuevas formas de hacer arte, de allí que sea un pionero y exponente del arte espacial en Colombia. Con dedicación y pulso ha logrado ganar un lugar en diferentes espacios de circulación nacional e internacional, con las que se ha ganado reconocimientos en publicaciones como la Enciclopedia Latinoamericana de Artistas Contemporáneos, realizada por el Museo de la ciudad universitaria de Nueva York, en 2012, con su obra Mar adentro.
Su sensibilidad y talento se han trasladado a las aulas de clase y a su cotidianidad, en la casa-taller en la que vive desde hace ochos años en el corregimiento La Florida, territorio que abastece de agua a los pereiranos.
Las puertas de Casa del Mar se abren a emprendimientos, encuentros literarios, charlas, tertulias, presentaciones musicales e incluso clases de inglés, gracias a una comprensión lógica del territorio, que ha sido vital para destacarse dentro de la amplia oferta turística, ambiental, deportiva y gastronómica de la zona y que hoy se dinamiza gracias a espacios como Casa del Mar.
Conexión
El confinamiento ocasionado por la pandemia de la COVID-19 detonó en Camilo del Mar, un mayor deseo por expresarse: las paredes de su casa se convirtieron en lienzo que dieron vida a Conexión, una obra de gran formato, que se revela en la oscuridad y despierta interés y curiosidad, en los visitantes del corregimiento La Florida.
Aquí todos son bienvenidos, previa reserva, es posible disfrutar de una inmersión en la obra fotoluminiscente más grande de Colombia. Casa del Mar brinda la posibilidad de adentrarse en una experiencia única y fascinante que, en medio de charlas y anécdotas, Camilo, un hombre por esencia, amable y risueño, nos comparte sus vivencias y retos, en los procesos de implementación de la tecnología en sus obras y los avances para incluirlas en el metaverso. Este es un espacio para descubrir nuevas formas y métodos de vivir el arte.
Las descripciones no hacen justicia con lo que se vive en este lugar, la imponencia de una obra que nos invita a un viaje en donde la exploración del color se manifiesta con la ausencia de la luz, de allí que sea válido asociarla a la cita de Albert Einstein, en uno de sus borradores al momento de formular la teoría de la relatividad: “La oscuridad no existe, la oscuridad es en realidad ausencia de luz”.
La apuesta
Camilo del Mar se mueve por la inspiración de llegar con sus obras a muchas más personas, compartiendo con niños y jóvenes, su amor por la ciencia y el arte, para trazar nuevas visiones en los procesos creativos, haciendo uso de nuevos medios y formatos para crear, sacando un máximo provecho de la tecnología, pues es un fiel convencido de que el arte es una herramienta educativa de transformación, motor de innovación y un reflejo de nuestra sociedad.
Producción de contenido y redacción: Alejandra Sierra
Edición de texto: María del Pilar Hernández
Producción fotográfica: Julián Salazar
Coordinación editorial y producción general: Leandro Hernández, Julián Salazar y Alejandra Grisales
Este contenido hace parte del proyecto Temporada Creativa 2022: Deriva, enfocado en la circulación de las artes visuales en el Eje Cafetero. Programa Nacional de Concertación Cultural, Apoyado por el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Pereira.
