Nos queda la palabra
MANIZALES El ansia intensifica la luz. Entre curvas la ciudad parece parpadear a lo lejos. Fueron mías sus calles, su pobreza, el frío, el Cerro Sancancio desdibujado en la ventana, entre brumas, cada mañana fue mío, como ahora, despejado, saluda y se apropia de la luz. No dejo de mirar de soslayo el reloj plateado de imitación Quartz, su corazón de
Las amargas moradas del exilio
// SERJIO VILLARROEL Verdad y Belleza eran considerados valores inseparables. La fascinación de conocer el mundo traía consigo el canto, los frutos de la tierra. Para las sociedades primigenias el mito era la fuente de la vida, su ley, su porvenir, su unión con la divinidad ¡Qué era el conocimiento sino el arte de soñar bajo el sol! La larga jornada del homínido se