El microscopio funciona como portal a otras dimensiones, el tiempo transcurre más lento, casi se detiene… el objeto pierde sus bordes, se transforma, dejamos de ver el total y nos sumergimos en los detalles que nos muestran las huellas de su existencia, evidenciamos el paso del tiempo en cada una de sus capas, nos maravillamos ante el imaginario pictórico que aparece, todo está lleno de nuevas texturas, profundidades y colores, el objeto se vuelve abstracto y con ello todas las interpretaciones están abiertas, la imaginación viaja al infinito.