La necesidad nos une. Llamé con insistencia y acordamos la entrevista en un café del centro, en uno de esos “oasis de inutilidades ruidosas”, por fortuna cambió la locación –y a medida que avanzó la tarde-, se decidió por el apartamento de Erika Moncada, quien debía estar al cuidado de su hijo. Marcó el reloj…
