A Simón Carrillo le sobraban razones para irse. Cuando él y su familia vieron que la cosa no pintaba muy bonito en Cabudare (Venezuela), decidieron partir evitando morir a manos de algún malandro. A lo mejor se cansó de asistir a fiestas y reuniones donde solo escuchaba las voces de los que consideraba sobrevivientes de la cotidianidad, los sobrevivientes del hampa motorizada, los sobrevivientes del hampa a

 Hace pocas horas, me ocurrió el acto más simple, pero quizá el más extraordinario de mi existencia hasta hoy, puede sonar a simpleza, puede sonar a mil cosas más, pero creo que por primera vez en mi vida, fui “victima” de un verdadero acto de amor por el ser humano, un acto desinteresado, por ese ser que es nuestro hermano, no de sangre,