Eran las últimas horas del viernes 29 de agosto, y las primeras del sábado 30 del mismo mes del 2014; Aparentemente sólo dos días. Algo relativamente breve como para que sintiera el paso del tiempo como si fuera algo eterno. En una de las habitaciones del sexto piso de la Clínica Palma Real en Palmira, Valle, estaba internada mi madre por una operación.