Fotografía por @valentinaallan de la Serie Ruta 77, publicada en Sexta Edición Distopía ¡Basta ya! Que estoy cansado de esta lucha sin final agotando mi alma, dejando tan solo vaguedades en mis certezas, provocando que el impulso que hace pasos en mis anhelos desmaye ante las pesadas cargas de absurdos desengaños; ya no quiero simplemente ser la cuerda que vibra tocada por el

 // Fotografía por Felipe Giraldo Sentado sobre las flores he apagado la luz que el sol filtraba por los barrotes de mi celda, descansa mi voluntad en un rincón sucio, lleno de fisuras por donde se asoman larvas y sanguijuelas hambrientas que se alimentan y sorben mi hiel condensada. El viento frío se cuela por las grietas de la puerta guardiana de mi destierro anémico, un invitado pronosticando avernos, posado como

Ilustración por Adrián Estrada (Publicada en La Astilla en el Ojo // Ciudad Gótica) ADIÓS ES UNA PALABRA HUECA "Sentir que la saliva te pide explicaciones y ternura." Juan Vicente Piqueras Siempre, amada mía, será difícil decir adiós. Tener el cuerpo fuera del alma, sentir el corazón hecho un despojo. Creer que el recuerdo no traerá de nuevo el sabor de los labios, el calor de las manos, la música

 // Ilustración por Felipe Castaño (Publicada en La Astilla en el Ojo // Ciudad Gótica) Queda usted de testigo, me dijo y corrió con velocidad. -Yo sólo miré cómo la noche espesa y cruel me acompañaba, abrazando el miedo que me subió de la séptima a la diez. No logré correr tanto como él, pero estoy seguro que el miedo, mi miedo, le ganaba a

Ilustración por Sara Herranz Hace mucho tiempo mi profe de Español me dijo que escribiera un texto sobre lo que quisiera, sobre Lucía, yo le sonreí y le dije: ¡De una! Luego bajé la cabeza a la hoja y como si tuviese uno de esos aparatos donde uno pilla películas, se me atravesó la historia en ese papel, las imágenes chispoteaban en esa hoja

Qué abrumante el desconsuelo, y más allá, el vicio al Ego. ¿Cómo despegar sin ser ajenos?, siendo humanos tan corrientes, siendo alquimia y a ratos cielo. Expectantes vamos todos, todos pocos, pocos vemos. Qué ironía la palabra, y dentro de ella, tantas almas condenadas. ¿Cómo soñar en el camino?, siendo el asfalto infértil, los pies un esclavo, y la mente un punto fijo. Consciente no va nadie, nadie es mucho, somos todos. Qué angustia el ser humano, y sin embargo, maravillosa

 Hace pocas horas, me ocurrió el acto más simple, pero quizá el más extraordinario de mi existencia hasta hoy, puede sonar a simpleza, puede sonar a mil cosas más, pero creo que por primera vez en mi vida, fui “victima” de un verdadero acto de amor por el ser humano, un acto desinteresado, por ese ser que es nuestro hermano, no de sangre,