Un par de gruesas lágrimas descendían por sus mejillas, pensó en mí, pensó furiosamente en mí, pensó furiosa y maldicientemente en mí, pensó furiosa y maldiciente y blasfematoriamente en mí, pensó furiosa y maldiciente y blasfematoria e hijadeputamente en mí, se dijo que ya no me vería más, se dijo que me amaba (…) se…
El chofer me devolvió 200 pesos después de recibirme con su rostro resignado, indiferente y cortés un billete de 2000, en el siglo XXI la cara de Santander nos indica acceso al transporte público.
El vehículo anaranjado y ruidoso se encuentra casi sin pasajeros, sí, todos fuimos raptados de la cama por cumplir con…