No sé cómo describir lo que sentí el día del anuncio oficial. Sin duda lo veía venir pero nunca me sentí preparado. Para aquel entonces no era más que un niño de doce años que había disfrutado vivir en la misma calle toda su vida. Avenida Principal de San Luis, Residencias Mary Carmen, piso tres, apartamento 32. Mi mamá me despertaba todos

Fotografía por: Valentina Allan Desde esta casa, en lo alto de la montaña, las faldas se desprenden en cascada hacia la ciudad. En las mañanas, una paz de angustia acompaña el río de gente que se despide y se persigna al pie de las puertas del inquilinato, del garaje, del hueco del barranco. Se van y hacen espuma, chocan contra los muros