Te buscan, Roderico
Un par de gruesas lágrimas descendían por sus mejillas, pensó en mí, pensó furiosamente en mí, pensó furiosa y maldicientemente en mí, pensó furiosa y maldiciente y blasfematoriamente en mí, pensó furiosa y maldiciente y blasfematoria e hijadeputamente en mí, se dijo que ya no me vería más, se dijo que me amaba (…) se dijo cuán ridícula es la
Las amargas moradas del exilio
// SERJIO VILLARROEL Verdad y Belleza eran considerados valores inseparables. La fascinación de conocer el mundo traía consigo el canto, los frutos de la tierra. Para las sociedades primigenias el mito era la fuente de la vida, su ley, su porvenir, su unión con la divinidad ¡Qué era el conocimiento sino el arte de soñar bajo el sol! La larga jornada del homínido se