Lamento que arde
La constancia del deseo inagotable con dolor en el recuerdo sin alivio al sufrimiento con premura en el contacto en una sola piel empezando y terminando en aquel mismo lugar y con sonrisa cómplice sin saber el lugar me regalan el rezago de tu aroma y picazón en la punta del olfato. Mucho gusto me llamo y no hace falta que te presentes ya sé que te llamas y también sabía de tiempo atrás que me