4 Horas de Espera
// Fotografía por Felipe Giraldo Un par de libros, unas prendas que ya no querré usar cuando llegue a mi destino, una máquina que afeita menos y lacera cada vez más, un cuaderno nuevo para los apuntes que quizá no vuelvan a ser leídos, una cámara digital para guardar los recuerdos de los que ya no quiera hablar, una bolsa repleta de incertidumbre, un