La Lucha
Desde que las mujeres empezaron el camino de la revolución femenina, siempre se les ha pedido mucho; siempre se les ha solicitado que sean castas, magníficas amas de casa, excelentes tejedoras, cocineras e incondicionales madres; y a medida que pasa tiempo les han pedido más y más. Los paradigmas cambian, hoy se les exige que sean “Lindas”, inteligentes, trabajadoras, amantes incansables, en fin, se les ha exigido superar todos esos calificativos que les agrega peso en la espalda.
Es en un día como hoy, cuando las mujeres caminan por el mundo, desafiando los nuevos retos que les lanza la sociedad, sin embargo, el tema crucial aquí es reconocer que las mujeres son las que más se han exigido; porque nunca se han conformado lo suficiente para dejar de SER. Es ahí donde considero que está el reto de lucha y lo que nos recuerda esta conmemoración: nunca dejar de SER y HACER, no dejar de revolucionar al mundo desde nuestra propia perspectiva y naturaleza, la búsqueda constante del equilibrio desdibujando las polaridades y, por supuesto, un esfuerzo por la continua creación.
Como ven no es una lucha tradicional, sino una forma contextualizada de revolución: la más fuerte de todas, la lucha consigo mismas.