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La Generación Experimental

Portada por: Valentina Allan

Hemos heredado de los griegos una tipología política que permite responder a la pregunta: ¿quién detenta el poder en la ciudad? Pero ya no se trata más de dar el poder al pueblo, a sus representantes, o a quien sea. Hoy, el problema político ya no es tomar el poder, sino acrecentar las potencias del pueblo, o de grupos humanos cualesquiera. El poder hace perder. Pasaríamos pues del ideal de la democracia (del griego démos pueblo, y kratein, dirigir, mandar) al de la demodinámica (del griego dunamis, fuerza, potencia). La demodinámica requiere una política molecular. Ella surge del ciclo de la escucha, de la expresión, de la evaluación, de la organización, de las conexiones transversales y de la visión emergente. Suscita la regulación en tiempo real, el aprendizaje cooperativo continuo, la valorización óptima de las cualidades humanas y la exaltación de las singularidades. La demodinámica no se refiere a un pueblo soberano, cosificado, fetichizado, enclavado en un territorio, identificado por la tierra o la sangre, sino a un pueblo en potencia, en perpetua vía de conocerse y de hacerse, por alumbramiento, un pueblo en devenir.
Pierre Levy, Inteligencia Colectiva

El movimiento emergente, globalmente llamado #Artivismo, tiene como principal premisa la gestación de nuevos escenarios políticos a través de la creación artística. En estas nuevas concepciones de participación caben todo tipo de expresiones pero prevalecen los formatos híbridos, las dinámicas de convergencia, las derivas de percepción y los circuitos abiertos. Estas metodologías expandidas han reformulado las lógicas binarias que tradicionalmente han separado al artista de los espectadores, al museo de las dinámicas urbanas, y en definitiva, a la Política del Arte.

Si antes hablábamos de modernización como proyecto civilizatorio, hoy nuestra utopía se fundamenta en la artivización, una propuesta que adoptan las nuevas generaciones y que se hace posible por los cambios paradigmáticos y las concepciones emergentes como lo son las metodologías expandidas, las teorías de sistemas, las concepciones ecológicas y la resignificación de lo público (potenciada en gran parte por el surgimiento de nuevos medios). Estas generaciones que piensan lo público como proyecto estético son las mismas que vemos en las calles, bares, museos, universidades, redes sociales con ánimos de experimentación y trascendencia de sus obras.

Aquí es donde las visiones netamente arquitectónicas y frías de la ciudad quedan relegadas por un discurso más poderoso construido desde campos de estudio como la Estética, la Patafísica, la Semiótica, la Política, y la Educomunicación. Estos tiempos de experimentación y de devenir estético nos han permitido reconocer que una Ciudad no se construye de bolardos, casetas, y cemento, sino de voluntades, intervenciones, dudas, sinergias, activaciones y demás propuestas artivistas que se hacen visibles hoy en ciudades como Londres, Ámsterdam, Medellín, São Paulo, Berlín, y de manera creciente Pereira.

#TopArt

Pensar en nuevos escenarios implica la hibridación de formatos, discursos y campos de estudio, tal como lo hicieron en su momento y de manera trascendental la BauHaus, el PopArt y las Artes Aplicadas; artistas como Davinci, Banksy, Demarchelier; o las nuevas experiencias de laboratorios creativos que surgen en clusters tecnológicos como Google, Apple, ParqueSoft o en semilleros y colectivos universitarios que de manera inmanente y trascendente median por la cultura y la política en las ciudades.

Es el caso de Pereira, las sinergias se hacen evidentes, donde seguramente de manera multicausal convergen aristas como el desempleo, visiones cosmopolitas y alternativas, nuevos escenarios para el arte, procesos formativos desde la Educomunicación y la marca transversal de ser una ciudad intermedia, híbrida y emergente. En medio de este panorama, lo que se pone en juego son las conquistas del espacio público, de escenarios co-creados, de disposiciones desde la institucionalidad y la necesaria recuperación de la oferta cultural en una ciudad multiexpresiva y con hambre de creación.

Me tomé muy en serio lo de Montessori. El problema de la esponja es que no tiene filtro.

info@laastillaenelojo.com

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