Encuentro 1
DIARIO DE UN ANDRÓGINO
Lugar: Baños del Victoria
Costo: Gratis
Modus operandi:
Entro al baño de discapacitados – considero que pocos lo hacen y por ende mantiene más limpio- me cercioro que haya algún agujero en la gran pared metálica que me separa de la nueva aventura sexual – en este caso no hay – mis hormonas a mil no permiten una nueva travesía con mi soledad.
Me toca plan B, dirijo la mirada hacia el piso que para sorpresa de muchos y de los pocos detallistas, funcionan como espejos, así que probablemente ya te he visto desnudo varias veces cuando haces uso de estos baños.
Ahora sólo queda contar con suerte y esperar mi próximo amante, me imagino un personaje de esos dignos de hacerle 100 películas porno, con cuerpo atlético, vello en el pecho, y la silueta de una verga firme y con ganas de… admito que en este caso por lo menos tenga ganas de orinar.
Entra alguien al baño, no conozco su nombre, pero le pondré Luis para ser más íntima nuestra nueva relación – Claro que él no sabe que somos amantes en este momento. – Comienzo a analizar y descifrar los códigos de este personaje; lleva puestos unos tenis Nike, jean entubados y nada de maletas o bolsos. Cierra la puerta y saca su pene, como dando indicios de tan solo querer orinar, pero pasan varios segundos y no escucho sonido alguno, noto que su mirada están fijamente hacia el suelo.
Luis no consigue orinar, prefiere sentarse… comienza a mover su pie derecho y respondo moviendo cautelosamente mi pie izquierdo – esperando nerviosa e impacientemente algún resultado – toso y a los segundos escucho un sonido similar como respuesta a mis señales, hago el último intento del ritual para entender que es mi nuevo compañero de paja, así que muevo mis manos como si estuviera esperando algo y a través de las sombras Luis responde.
Es la señal de sintonía, esa señal que anhelaba hace horas, ahora sincronizamos en emociones, deseos y el placer de lo conocido con un desconocido.
Comienza nuestra rutina, no hay poses algunas, solo movilidad del cuerpo para lograr buenas siluetas donde mi pene se vea lo más explícito y grande posible y si existe la posibilidad, soltar uno que otro gemido.